¿No sabes por quién votar?
No te preocupes, no estás solo, yo tampoco.
La verdad es que “la caballada
está flaca”, entre los cuadros de siempre, reciclados una y otra vez; chapulines,
vividores, advenedizos, oportunistas, improvisados, vedettes, y otras quimeras,
no es posible identificar una alternativa política seria, que pueda ser
calificada como “mejor alternativa”.
La verdad es que no hay a cuál
irle, tan malo el giro como el colorado.
El problema es que tenemos que
votar, no votar, anular el voto o votar por candidaturas no registradas no es
opción.
Si no puedes identificar “la
mejor opción”, pues siempre queda el recurso de decantarse por la que sea “menos
mala”. Siempre lo he dicho, a veces es difícil saber qué es lo que se quiere,
más en este contexto, en que estamos ante una oferta política tan difusa y divergente; en ese escenario de opacidad y
confusión ¿ideológica?, lo que sí es muy fácil identificar es: qué es lo que NO
queremos para nosotros, para nuestro futuro.
El criterio de lo “menos malo” puede
ser útil para decidir el sentido de tu voto, pues si existen cuestiones que te
incomodan, con las que no estás de acuerdo, entonces puedes expresar tu voto en
contra de las opciones que representan las políticas públicas o acciones de
gobierno que te incomodan o que de plano resultan adversas a tus creencias e
intereses.
¿Ni así logras decidir el sentido
de tu voto? Entonces hay que echar mano de otros recursos.
Antes que nada, quiero decirte que en lo personal tengo sentimientos encontrados con los partidos políticos, pues al menos los que existen en México, no son lo que deberían ser (organizaciones de ciudadanos) y hacen todo lo que no deberían de hacer (excluir a la ciudadanía); sin embargo, citando a Cristina Pacheco, “aquí nos tocó vivir”, es lo que hay, y nos toca saber utilizar para nuestro beneficio el disfuncional sistema de partidos políticos que tenemos.
Alguna vez Winston Churchil dijo
que “la democracia es el peor sistema de gobierno, con excepción de los demás
que se han inventado”. Así que no hay de otra, hay que jugar con lo que
tenemos.
Este 6 de junio en Veracruz vamos
a elegir diputaciones federales, diputaciones locales y a ediles de los
ayuntamientos.
¿Cómo decidir el voto?
Diputaciones federales
A pesar de la amplia oferta
política que existe en esta elección (14 partidos en disputa), la realidad es
que en las elecciones federales generalmente están en verdadera competencia dos
opciones políticas, es decir, quienes ocupan el primer y segundo lugar en las preferencias electorales; en este caso: el partido que actualmente ostenta la mayoría en la
Cámara de Diputados; y “en la otra esquina”, la “Coalición opositora”. Ante ese
escenario la decisión es sencilla, si estás cómodo con el estado actual de
cosas entonces tendría sentido votar por el partido que actualmente ostenta la
mayoría; si por el contrario, no apruebas la gestión de la mayoría en la Cámara
de Diputados, entonces lo lógico y sensato será votar por la coalición
opositora. ¡Sencillo!
Diputaciones locales
Como sabemos, los partidos
políticos en México no son lo que deberían ser, ni hacen lo que deberían hacer;
en esa dimensión, los partidos políticos nacionales, antes que representar a la
ciudadanía, representan intereses de un grupo muy cerrado, como dijera “ya
sabes quién”, “de mero arriba”, esto provoca que los intereses de la nación y
de la ciudadanía pasen a segundo y tercer término. Esto pasa en todos los
partidos nacionales sin excepción, aunque algunos no lo quieran reconocer.
Entonces, si los partidos
nacionales no representan a la ciudadanía y sus intereses obedecen a un grupo
cerrado de personas, la mejor alternativa para quienes no formamos parte de ese selecto grupo de intereses, sería decantarse por una
alternativa política estatal.
Atención, los partidos políticos
estatales también adolecen del mismo mal que los nacionales (déficit de
representatividad), sin embargo, al ser locales, existe la probabilidad de que
la agenda que impulsen se ajuste en mayor medida a los intereses de los
Veracruzanos; de esto no hay ninguna garantía, sin embargo, es más probable que
así sea, al estar asentado su centro de poder en nuestra entidad y no en la Ciudad
de México.
En este caso, la alternativa
sería revisar de entre los partidos políticos locales, ¿Cuál?, o ¿Cuáles? tienen
posibilidades reales de triunfo y votar por la expresión política local con
mayor expectativa de éxito. Actualmente hay
4 partidos políticos locales en la contienda.
Ediles de los ayuntamientos.
Decidir el voto para la elección
de ediles es aún más sencillo, pues al ser el nivel de participación política
más próxima, podemos tener un conocimiento más cercano de las personas que
están compitiendo para un cargo edilicio. En este sentido, es muy recomendable
decidir el voto tomando en cuenta los atributos personales de las candidatas o
candidatos en contienda, es decir, escudriñar su prestigio, profesionalismo,
trabajo político o social y en general ponderar, si se trata de personas en
quienes se pueda confiar.
Hay que recordar que no solo se
elige a la presidencia municipal, por lo que, si no se conoce o reconoce a
quien encabeza una planilla, se puede hacer ese mismo ejercicio con la
candidatura a la sindicatura, o bien con quienes hayan sido postulados para
alguna regiduría. Si investigamos perfiles y trayectorias, nos podemos llevar
agradables sorpresas (y también desagradables).
Como ven, a pesar de los partidos
políticos, no es tan difícil decidir el sentido del voto.
En todo caso, si partimos de la
premisa de que los partidos políticos en México no sirven para lo que deberían
servir, entonces la cosa es muy sencilla.
No hay que votar por partidos políticos.
¡vota por ti!, por lo que sea mejor para ti, ¡vota por tus hijos, tu familia y
tu comunidad!
¡Nos vemos el próximo domingo en
las casillas!
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